domingo, 31 de enero de 2010

Tiempo perdido

Cierra los ojos, y mira en tu interior. Busca despacio esa oscuridad que ciñe tu corazón, que te oprime los sentimientos. Cierra los ojos, y siente el aire rozar tu piel. Siente la brisa de la mañana rozar suavemente tus mejillas. El cálido sol que te ilumina. Estás sólo en este momento. Siempre has soñado con quitarte los malos pensamientos y emociones, que forman una parte esencial de tu existencia.

Ahora tienes la oportunidad. Relájate y siente las aves volar, piar. Siente las nubes moverse, escucha las palabras que el viento te susurra al oído. Aprende el idioma del agua e intenta comprender la canción del fuego. No te levantes. Escucha a tus pulmones recoger el oxígeno.

¿Notas esa sensación? Ahora tienes la oportunidad de expulsarla.



Abre los ojos...
Esta es la realidad. Esta es esa cruda realidad que te ha convertido en el odio que sientes.

Mírame a los ojos mientras te muestro la verdad. ¿Notabas esa sensación de tranquilidad? Sólo palabras, nada existe.

Míenteme, hazme daño con tus palabras. Golpea mi ser, hazlo trizas con tu sonrisa. Mátame, revíveme. Se humana y sobre todo no olvides nunca qué somos nosotros.


Recuerdame siempre. Odiame, maldiceme. Quiéreme, hazlo a tu manera, pero ámame. Siente que estoy cerca de tu oído, acariciando con mis manos tu delicado cuello de cristal, y que no dudaré en romper con un golpe de lujuria, con una mirada de deseo.





Ten cuidado con lo que deseas... Podría hacerse realidad.




I.D.

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