Fíjate bien. Mira al cielo y dime qué notas en él hoy, que no notaste ayer. Exacto. Hoy es gris, taciturno, lúgubre. Tétrico. ¿Sabes por qué es?
Es porque hoy el sol no quiere salir. Es porque estamos aquí, susurrandonos palabras casi sin sentido al oído. Es porque el cielo es el espejo de la situación. Para nosotros, hoy es un día gris. Es un día vacío. Sin sentido, sin capacidad de amueblar el corazón.
Y no es que no pretendamos encharcar nuestros sentidos en un lago cálido, como lo es la sensación del amor.
Es que no necesitamos eso para estar aquí, bajo este cielo, viendo como cada ave, cada flor y cada arbol se mecen en el aire, suavemente, viendonos aqui sentados.
Porque al fin y al cabo, somos lo que somos. Y somos dos luces en una noche. Somos dos faros en un mismo puerto, que desconcierta al barco. Somos lo que nosotros queramos ser.
Muchas veces seremos esperanza.
Pero otras, seremos olvido.
Y otras, seremos mortales.
¿Vienes?
I.D.
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