domingo, 10 de enero de 2010

Todo por un beso.

Me encantaría poder decirte al oído, suavemente, las palabras que pasan por mi mente cuando pienso en ti.

Sentados, en una fría hierba, arropados con la delicada noche y sonriéndole a la luna que nos mira envidiosa desde el cielo. Me encantaría poder echarte el pelo hacia atrás, sujetarte la cara suavemente con la mano e inclinarme, lentamente, hasta besarte.

Ojalá algún día se haga realidad.
Un beso al fin y al cabo es un cúmulo de ilusiones imperceptibles, una sensación única y extraña que te recorre el cuerpo cuando rozas tus labios. Electrizante, paralizador, cariñoso...

Todo. Te lo daría todo.
Todo por un beso.
Sólo un beso.





I.D.

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