Somos cada día más torpes e inútiles.
Somos cada día más ambiciosos y egoístas, menos serenos y pacíficos.
Cada día atenamos contra nosotros mismos al tropezar y no aprender, al caer y levantarnos con súplicas y perdones, al no asumir nuestras responsabiliades.
Cada día nos vemos sumidos en pensamientos desconcertantes y contradictorios. Tenemos a diario grandes guerras en nuestra cabeza, formada por pequeñas victorias en nuestro corazón.
No nos gusta que nos recuerden lo débiles que somos a la palabra y al sentimiento, a la presencia de nuevas directrices en nuestro camino.
Sin embargo estamos aqí, misteriosamente vivos y realmente supravalorados con respecto a la evolución
Aquí estamos. Siendo infinitamente humanos. Débiles, magníficos. Pero sobre todo humanos.
I.D.
Gracias. =)
ResponderEliminar