No es extraño que estemos aquí ahora. He leído algo hace un momento, algo que me ha hecho pensar. Ese algo decía:
"Apenas a nadie puedo hablarle de la luna."
Leemos las cosas sin ver lo que realmente dicen. Nuestros pensamientos imparables van directos a la raíz semántica de la frase.
Esa frase se pudo pensar en mitad de un suspiro. O en mitad de un llanto. Quizás en mitad de una conversación, o en medio de una discusión.
Si no conocemos la circunstancia, ¿cómo queremos conocer el significado?
Y no sé por qué. La he leído y me he dicho: ¿qué querrá decir? Creí que lo había entendido, pero realmente lo he entendido?
Ahora, quizás, sí.
Y me gustaría responder a esa frase con otra:
"Has vivido."
I.D.
Tienes razon, casi nunca nos paramos a pensar en lo que leemos u oimos, y las grandes frases de la historia ya han sido dichas y han pasado desapercibidas...
ResponderEliminarEs una auténtica lástima