lunes, 4 de agosto de 2014

Lo que nunca te explicarán

Todo el mundo esconde secretos. Todos sabemos algo que el resto del mundo no imagina, y que es tan nuestro como la piel. Estos secretos pueden ser sobre ti mismo, sobre tus gustos y preferencias, o sobre aprendizajes y experiencias que has vivido.
Pero el caso es que siempre guardamos un secreto, y por lo tanto, siempre habrá alguien que sabe más que tú. Alguien que sabe algo y nunca te lo explicó.

Y eso jode. Saber que hay cosas que nunca me explicaron ni explicarán. Como por ejemplo, por qué una decisión firme y serena para uno puede ser arenas movedizas para otros, y por qué cuanto más avanzas hacia un punto, más se estrecha el camino, asfixiándote, atrapándote entre un rito de preguntas y sensaciones que te complican tu objetivo. Tiene que haber alguien que conozca la respuesta a esto. Y me molesta que no me la expliquen.

O por ejemplo por qué lo que para uno es una piedra, para el resto de tus compañeros es montaña. O viceversa: por qué veo montañas donde otros granos de arena. También habrá alguien que pueda responderme, y probablemente no lo haga.

Aunque pensándolo bien, es mejor así. Es mejor descubrir que preguntar. Es mejor zambullirte en la incertidumbre y la duda para descubrir verdades tan tuyas que nunca las cuentes.

Porque de eso se trata. De eso va este juego. De descubrir y acertar. De insistir hasta quedar sin dudas de ningún tipo.

¿Sabéis algo? Tengo un secreto que jamás contaré.


I.D.

1 comentario:

  1. Al fin y al cabo es difícil valorar algo si nos lo sirven en bandeja de plata. Indagamos, descubrimos, nos equivocamos, y todo esto dado de la mano de un abanico de emociones que a veces nos sorprenden a nosotros mismos. Maravilloso y terrorífico al mismo tiempo.

    ResponderEliminar