Hubo una vez, en una tierra de sueños, donde las mentiras quedan enterradas en claros cementerios iluminados por caricias y perdón, que quince años ha, una hermosa flor nació.
Creció, sus raíces se adherieron fuertemente al suelo, y su tallo le hacía crecer por encima de las demás. Las demás flores, la miraban con celos y envidia, pero la tierra fértil, de sueños, donde ella se crió le impedía verlo.
Sus pétalos crecieron y se desarrollaron hasta que su belleza era inigualable. Entonces, su tamaño sirvió como intersección entre el sol y la tierra y su sombra alcanzaba a oscurecer a las demás flores, que se marchitaron, lentamente.
Pero de repente, un sol negro la iluminó. La tierra se pudrió, sus raíces se deshincharon y su tamaño se redujo en un mundo donde la mentira colmaba el ambiente. Tétrico. Gris.
Las demás flores la miraban como a algo insignificante. Todo el mundo odiaba a esa flor.
Sin embargo, la flor, deprimida, escuchó una voz desde su corazón. Un pequeño insecto que se había acomodado en una de sus hojas, le susurró:
"Mientras tú me servías de casa, las demás de alimento. Mientras tú me protegías del sol, ellas morían por él. Mientras tú estabas conmigo, yo estaba contigo. A mi me sigues haciendo un favor"
La flor sonrió, y con coraje volvió a crecer, bajo un cielo negro, bajo mentiras, traiciones. Bajo un mundo real, donde la vida le deparaba las mayores sorpresas que nadie soñaría nunca tener.
Así eres tú. Así. Como esa flor, esa pequeña mota de sombra, que a los insectos sirvió como cobijo. Tú, cuyo ejemplo debe ser copiado y transmitido.
Que tu sonrisa dure otros quince años más.
Siempre, siempre, siempre sonríe.
... porque donde otros se pudrirán, tú saldrás adelante...
I.D.
lunes, 31 de mayo de 2010
sábado, 22 de mayo de 2010
Oda Y Germinaciones
VI
Y porque Amor combate
no sólo en su quemante agricultura,
sino en la boca de hombres y mujeres,
terminaré saliéndoles al camino
a los que entre mi pecho y tu fragancia
quieran interponer su planta oscura.
De mí nada más malo
te dirán, amor mío
de lo que yo te dije.
Yo viví en las praderas
antes de conocerte
y no esperé el amor sino que estuve
acechando y salté sobre la rosa.
Qué más pueden decirte?
No soy bueno ni malo sino un hombre,
y agregarán entonces el peligro
de mi vida, que conoces
y que con tu pasión has compartido.
Y bien, este peligro
es peligro de amor, de amor completo
hacia toda la vida, hacia todas las vidas,
y si este amor nos trae
la muerte o las prisiones,
yo estoy seguro que tus grandes ojos,
como cuando los beso
se cerrarán entonces con orgullo,
con doble orgullo, amor,
con tu orgullo y el mío.
Pero hacia mis orejas vendrán antes
a socavar la torre
del amor dulce y duro que nos liga,
y me dirán: "Aquella
que tú amas,
no es mujer para ti,
por qué la quieres? Creo
que podrías hallar una más bella,
más seria, más profunda,
más otra, tú me entiendes, mírala qué ligera,
y qué cabeza tiene,
y mírala cómo se viste
y etcétera y etcétera".
Y yo en estas líneas digo:
así te quiero, amor, amor,
así te amo, así como te vistes
y como se levanta
tu cabellera y como
tu boca se sonríe,
ligera como el agua
del manantial sobre las piedras puras,
así te quiero amada.
Al pan yo no le pido que me enseñe
sino que no me falte
durante cada día de la vida.
Yo no sé nada de la luz, de dónde
viene ni dónde va,
yo sólo quiero que la luz alumbre,
yo no pido a la noche
explicaciones,
yo la espero y me envuelve,
y así tú, pan y luz
y sombra eres.
Has venido a mi vida con lo que tú traías,
hecha
de luz y pan y sombra te esperaba,
y así te necesito,
así te amo,
y a cuantos quieran escuchar mañana
lo que no les diré, que aquí lo lean,
y retrocedan hoy porque es temprano
para estos argumentos.
Mañana sólo les daremos
una hoja del árbol de nuestro amor, una hoja
que caerá sobre la tierra
como si la hubieran hecho nuestros labios,
como un beso que cae
desde nuestras alturas invencibles
para mostrar el fuego y la ternura
de un amor verdadero.
"Los versos del capitán" - Pablo Neruda
no sólo en su quemante agricultura,
sino en la boca de hombres y mujeres,
terminaré saliéndoles al camino
a los que entre mi pecho y tu fragancia
quieran interponer su planta oscura.
De mí nada más malo
te dirán, amor mío
de lo que yo te dije.
Yo viví en las praderas
antes de conocerte
y no esperé el amor sino que estuve
acechando y salté sobre la rosa.
Qué más pueden decirte?
No soy bueno ni malo sino un hombre,
y agregarán entonces el peligro
de mi vida, que conoces
y que con tu pasión has compartido.
Y bien, este peligro
es peligro de amor, de amor completo
hacia toda la vida, hacia todas las vidas,
y si este amor nos trae
la muerte o las prisiones,
yo estoy seguro que tus grandes ojos,
como cuando los beso
se cerrarán entonces con orgullo,
con doble orgullo, amor,
con tu orgullo y el mío.
Pero hacia mis orejas vendrán antes
a socavar la torre
del amor dulce y duro que nos liga,
y me dirán: "Aquella
que tú amas,
no es mujer para ti,
por qué la quieres? Creo
que podrías hallar una más bella,
más seria, más profunda,
más otra, tú me entiendes, mírala qué ligera,
y qué cabeza tiene,
y mírala cómo se viste
y etcétera y etcétera".
Y yo en estas líneas digo:
así te quiero, amor, amor,
así te amo, así como te vistes
y como se levanta
tu cabellera y como
tu boca se sonríe,
ligera como el agua
del manantial sobre las piedras puras,
así te quiero amada.
Al pan yo no le pido que me enseñe
sino que no me falte
durante cada día de la vida.
Yo no sé nada de la luz, de dónde
viene ni dónde va,
yo sólo quiero que la luz alumbre,
yo no pido a la noche
explicaciones,
yo la espero y me envuelve,
y así tú, pan y luz
y sombra eres.
Has venido a mi vida con lo que tú traías,
hecha
de luz y pan y sombra te esperaba,
y así te necesito,
así te amo,
y a cuantos quieran escuchar mañana
lo que no les diré, que aquí lo lean,
y retrocedan hoy porque es temprano
para estos argumentos.
Mañana sólo les daremos
una hoja del árbol de nuestro amor, una hoja
que caerá sobre la tierra
como si la hubieran hecho nuestros labios,
como un beso que cae
desde nuestras alturas invencibles
para mostrar el fuego y la ternura
de un amor verdadero.
"Los versos del capitán" - Pablo Neruda
I.D.
jueves, 20 de mayo de 2010
Ciertos Momentos
Soplo fuerte el teclado, quitando el polvo que se ha amontonado desde la última vez que escribí. Las teclas gastadas me recuerdan que los ciertos momentos que escribí aún quedan presentes en este blog. Y ahora, cuando me acerco a una decisión importante, me replanteo todo lo escrito anteriormente.
Nació de una idea. De una simple idea de poder almacenar esas improvisaciones en escritura rápida, sin pensar en consecuencias, que muchas veces mi mente traía consigo. Sin embargo, ahora es mucho más que eso: Ahora es un almacén de momentos, recuerdos, historias. Detrás de cada palabra hay un "para ti" y un "por ti".
Menos aquí. Creo que aquí sólo hay un interrogante: ¿cuales son esos ciertos momentos?
Pues son aquellos que te sacan una sonrisa. Te arrebatan un "Te quiero", o una lágrima o una carcajada. Son esas mañanas frías arropados en las sábanas, pensando en la borrachera del día anterior, o en la pareja que duerme contigo. Pensando qué harás ese mismo día.
Son los momentos de insomnio, aquellas dulces noches anhelando sus caricias, buscando una forma de expresar tu amor para que no estalle en tu alma.
Son todos los momentos de nuestra vida, incluso éste: este quizás sea el momento más importante de mi blog, porque con total seguridad describo lo que en otras entradas analizo con singular palabrería. Son esas situaciones incómodas, en los que la tensión te separan de sus labios, o te sujeta las manos para no abrazarle. Y esque esos momentos son los que hacen historia.
Además, no habría nacido sin él. Sin su identidad, sin su presencia. Pero ese es otro tema, otra entrada, que analizaremos otro día.
Es decir... Es... Otro momento...
I.D.
Nació de una idea. De una simple idea de poder almacenar esas improvisaciones en escritura rápida, sin pensar en consecuencias, que muchas veces mi mente traía consigo. Sin embargo, ahora es mucho más que eso: Ahora es un almacén de momentos, recuerdos, historias. Detrás de cada palabra hay un "para ti" y un "por ti".
Menos aquí. Creo que aquí sólo hay un interrogante: ¿cuales son esos ciertos momentos?
Pues son aquellos que te sacan una sonrisa. Te arrebatan un "Te quiero", o una lágrima o una carcajada. Son esas mañanas frías arropados en las sábanas, pensando en la borrachera del día anterior, o en la pareja que duerme contigo. Pensando qué harás ese mismo día.
Son los momentos de insomnio, aquellas dulces noches anhelando sus caricias, buscando una forma de expresar tu amor para que no estalle en tu alma.
Son todos los momentos de nuestra vida, incluso éste: este quizás sea el momento más importante de mi blog, porque con total seguridad describo lo que en otras entradas analizo con singular palabrería. Son esas situaciones incómodas, en los que la tensión te separan de sus labios, o te sujeta las manos para no abrazarle. Y esque esos momentos son los que hacen historia.
Además, no habría nacido sin él. Sin su identidad, sin su presencia. Pero ese es otro tema, otra entrada, que analizaremos otro día.
Es decir... Es... Otro momento...
I.D.
martes, 4 de mayo de 2010
Has vivido
No es extraño que estemos aquí ahora. He leído algo hace un momento, algo que me ha hecho pensar. Ese algo decía:
"Apenas a nadie puedo hablarle de la luna."
Leemos las cosas sin ver lo que realmente dicen. Nuestros pensamientos imparables van directos a la raíz semántica de la frase.
Esa frase se pudo pensar en mitad de un suspiro. O en mitad de un llanto. Quizás en mitad de una conversación, o en medio de una discusión.
Si no conocemos la circunstancia, ¿cómo queremos conocer el significado?
Y no sé por qué. La he leído y me he dicho: ¿qué querrá decir? Creí que lo había entendido, pero realmente lo he entendido?
Ahora, quizás, sí.
Y me gustaría responder a esa frase con otra:
"Has vivido."
I.D.
"Apenas a nadie puedo hablarle de la luna."
Leemos las cosas sin ver lo que realmente dicen. Nuestros pensamientos imparables van directos a la raíz semántica de la frase.
Esa frase se pudo pensar en mitad de un suspiro. O en mitad de un llanto. Quizás en mitad de una conversación, o en medio de una discusión.
Si no conocemos la circunstancia, ¿cómo queremos conocer el significado?
Y no sé por qué. La he leído y me he dicho: ¿qué querrá decir? Creí que lo había entendido, pero realmente lo he entendido?
Ahora, quizás, sí.
Y me gustaría responder a esa frase con otra:
"Has vivido."
I.D.
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