Amanece cada día al igual que anochece. Nada parece cambiar el curso de la naturaleza, el hecho de que aquí nosotros somos los intrusos. Cuando paso cerca del río, y me siento a la orilla, miro a mi alrededor. No veo un agua natural y limpia, si no un agua pestilente, contaminada de residuos. Veo obras, maquinaria pesada. La orilla se resiente, y la naturaleza tiende a seguir su curso.
Pero da igual. Eso, a nosotros nos da completamente igual.
Nos importa más bien poco, y nos reímos cuando vemos a alguien añorar algo que puede existir, si quisiéramos. Nos reímos de dulces ilusos, que les encantaría poder callar y oír el viento entre las ojas de los árboles. El césped moviéndose, creciendo y haciendo como si nada estuviera ahí.
Pero no oímos eso. Oímos coches, ruido.
Pero bueno.
¿Qué más da eso, verdad?
Es tiempo de ir y venir. Avanzar y crecer.
Tiempo turbio, extraño.
I.D.
Bueno, está claro que el ser humano es una especie estúpida y destructiva que no sabe valorar todo lo bueno que hay a su alrededor...
ResponderEliminarPues empiezo mañana y termino el jueves =/